3 ene 2012


Vuelve en prosa y marchita como un verso, y, con un suave empujón del tiempo. Alza al vuelo la pequeña golondrina, que sobrevuela el azul del cielo mientras lucha contra hojas, vientos fuertes y bichitos.
Abra su mente de golondrina y no necesitará alas para volar. Créame fiel amigo, hay una cosa que solo sabrá apreciar si aprende a ser golondrina, y es que: todas las ciudades son bonitas si alza la vista del suelo y mira hacia el cielo. Solo así sabrá apreciar de verdad lo que es la libertad.


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