Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.

Somos espíritus indomables. La primavera es revolución. Por mucho que frustren nuestros sueños no debemos rendirnos, podemos conseguir lo que queramos. Podrán aplastar, pisotear, destruir, todos nuestros frutos, pero eso no implica que dejemos de producirlos. Podrán robarnos la alegría, la fuerza, el deseo, pero nunca podrán marchitar nuestras ganas de luchar por un mundo mejor, por una vida digna. Aunque nos cierren todas las puertas, aunque hayan mil obstáculos, nada impedirá que nuestra alma florezca LIBRE, FUERTE y TRIUNFANTE.