Conozco la sonrisa brillante de las mañanas,
las tardes meyadas, las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres de aspa de molino.
Sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas.
Sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca.
Sé de las palabras inútiles como volutas de humo
y de camas deshechas como lienzos desflorados.
Sé de los bordes cortantes del canto herido.
Sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo,
ese rostro, vagamente familiar
que me mira, a cada instante...
...desde el espejo.
las tardes meyadas, las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres de aspa de molino.
Sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas.
Sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca.
Sé de las palabras inútiles como volutas de humo
y de camas deshechas como lienzos desflorados.
Sé de los bordes cortantes del canto herido.
Sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo,
ese rostro, vagamente familiar
que me mira, a cada instante...
...desde el espejo.

Me gusta mucho :)
ResponderEliminarYo ya hace tiempo que no se me ocurre sobre lo que escribir...